Los Premios a la Ecoinnovación, una necesidad educativa


 
 

29 octubre 2020

Livia de Cendra, coordinadora de este proyecto que resulta de una colaboración estratégica entre la Fundación Endesa y la Fundación Europea Sociedad y Educación, entrevista a Juan Ignacio Cubero, asesor del proyecto y evaluador de las candidaturas desde la primera edición.


Nacho, en tu opinión, ¿qué aportan los Premios a la educación
medioambiental? ¿Cuál sería su valor añadido?

La gran aportación de estos premios, desde mi punto de vista, es que ponen el foco en los centros educativos y en sus docentes. Reconocen la importancia de su trabajo para que la nueva generación tenga una conciencia planetaria, global y sincera de los problemas que aquejan a nuestro medioambiente y del peligro que corremos si no cambiamos el modelo de desarrollo. Da visibilidad y relevancia a una labor que, por su naturaleza, suele ser callada y anónima, pero de vital importancia para la sociedad del futuro.


Al mismo tiempo miran por el alumnado, por el menor que se forma, por su papel como ciudadano que ya, desde  hoy, puede aportar y mejorar la sociedad en la que vive.


Hay que tener en cuenta también que estos premios se anticiparon a la ola de conciencia planetaria global que, desde el Vaticano con la Encíclica «Laudato Si», hasta los movimientos estudiantiles liderados por Gretha Thunberg, han llegado a todas partes.

Los Premios Ecoinnovación de ambas fundaciones a la educación medioambiental han sido testigos de esta ola de jóvenes que quieren cambiar el mundo y de su modelo de desarrollo, y la han canalizado para darle la visibilidad que merece. Sólo hay que ver los números de centros que se han presentado y la calidad de los mismos, cuyos proyectos van mejorando cada año.

¿Qué impacto crees que tiene para un centro educativo participar en estos premios?

Participar en un premio es una motivación siempre, es una meta, un porqué, una excusa para mostrar lo realmente importante, para alcanzar el premio mayor, un planeta mejor y más sostenible para todos.

Lamentablemente, la mayoría de los centros no ganan, pero todos muestran a sus alumnos la importancia que tiene este mensaje. Todos son mejores al haber participado ya que han iniciado el cambio de paradigma, de relación entre el ser humano y la casa que habita.

En los premios estamos buscando la manera de poner en valor todos estos proyectos porque, todos y cada uno, merecen un reconocimiento. Esperamos encontrarlo y vertebrarlo, en breve, en una red o plataforma de centros educativos por el planeta.

José Ignacio Cubero. Jefe del Departamento de Biología y Geología.
Coordinador del Bachillerato Internacional.
IES Los Castillos de Alcorcón

Has participado en el equipo de evaluación de las candidaturas en las últimas cuatro ediciones. ¿Podrías dar algunas claves a los centros para presentar sus proyectos?

Es importante, en primer lugar, que se ciñan de manera estricta a las instrucciones. Da mucha pena no poder dar un premio a proyectos estupendos que han cometido defectos de forma.
En segundo lugar, son más llamativos y atractivos aquellos proyectos en los que los protagonistas son los alumnos, en los que se ve su ilusión y su energía, su creatividad y su imaginación.

Pensad a lo grande, perseguid el cambio, contagiad vuestra ilusión, vuestra creatividad.


En tercer lugar, les  aconsejo que impliquen a mucha gente en sus proyectos, profesores y alumnos claro, pero también padres y madres, concejales, alcaldes, políticos, artistas, vecinos, comerciantes, cuanta más parte de la sociedad participe, más impacto tiene. Y por último, que piensen en grande, que quieran cambiar algo de su barrio o pueblo, que no se queden en reciclar o mejorar su centro, aunque también.  Que salgan del aula, que inicien el cambio de su entorno, una laguna, un río, un parque, campañas de concienciación vecinal, recuperación de especies. A escolares bienintencionados, con energía, ganas e ilusión por mejorar el mundo nadie se atreve a decirles que no.