05 Ene 2021

La financiación del puesto escolar en el marco internacional y nacional de la educación

Durante los dos últimos años, la Red por el diálogo Educativo (REDE) ha publicado seis libros editados por ANELE en búsqueda de la reflexión para la mejora del sistema educativo. En el libro que han dedicado al debate sobre la financiación «La financiación del sistema educativo: invertir en calidad, equidad e inclusión», ha participado Miguel Ángel Sancho reflexionando sobre por qué y cómo la educación debe ser financiada en referencia al contexto internacional.

En su capítulo La financiación del puesto escolar en el marco internacional y nacional de la educación el autor afirma que en nuestros días, más que en ninguna otra época, la educación es un factor clave del desarrollo personal y social. Definirla y configurarla adecuadamente, atendiendo al papel tan determinante que juega en nuestra sociedad y en perspectiva de futuro es un punto de partida fundamental, pues condiciona la financiación que precisa.

Construir sociedades más justas y solidarias que favorezcan el pleno desarrollo de las personas necesita de una educación abierta, al alcance de todos, con criterios de equidad.

Garantizar a los ciudadanos esta fuente de desarrollo exige a su vez un marco regulatorio y un modo de hacer llegar los recursos tanto en su cantidad como en su distribución que haga posible la igualdad de oportunidades. De ahí que en este artículo se planteen la financiación y la equidad, revisando en primer lugar cómo se formula en la actualidad la educación en los principales documentos internacionales programáticos. Para ello se han escogido los objetivos de desarrollo sostenible y los principales tratados internacionales. La formulación que hacen los ODS de la educación en su objetivo 4º plantea garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Es una síntesis que acierta a integrar todos los aspectos de la educación, que la constituyen en motor del desarrollo de las personas y las sociedades.

La clave está en que esas notas, inclusividad, equidad y calidad, estén formuladas armónica e inseparablemente y en el marco de una educación para toda la vida.

A lo largo del capítulo se aborda el marco regulatorio en lo que afecta a la financiación de los centros. Miguel Ángel Sancho explica cómo la libertad de elección de escuela está diseñada para impactar positivamente en las preferencias de los estudiantes y sus familias para poder seguir sus carreras académicas. Además, los sistemas escolares deben establecer las regulaciones adecuadas para evitar los posibles efectos negativos y encontrar el adecuado equilibrio entre libertad y equidad.

Las escuelas deben reflejar una población estudiantil más diversa socialmente, así como fomentar más oportunidades para los niños con desventajas, a fin de garantizar que ningún estudiante se quede atrás.

Finalmente, y centrándose  en las cuestiones que suscita la equidad, se hacen unos comentarios sobre dos recientes informes internacionales y se describe brevemente una metodología para el cálculo del coste del puesto escolar desde una visión que contemple la realidad educativa con criterios de equidad.

Para acceder al informe completo pinchar  aquí.