Análisis: el blog de Sociedad y Educación

Un blog que reúne en sus posts la más reciente literatura científica en el campo de la educación y que expertos de Sociedad y Educación examinan, seleccionan y ponen a disposición de la comunidad educativa.

Publicado el 07 Abr 2016 / 2 comentarios

La comunicación con los padres, una asignatura pendiente

Fecha y fuente: International Journal of Educational Research, 2015
Autor de la entrada: Covadonga Ruiz de Miguel (UCM). Fundación Europea Sociedad y Educación.

 

La necesidad de establecer vínculos estrechos de colaboración entre familia y escuela ha sido largamente investigado y sus beneficios para el desarrollo del alumno han quedado patentes en numerosos trabajos que han demostrado, por ejemplo, que una mayor participación de los padres en la educación de sus hijos favorece el desarrollo de una actitud más positiva hacia la escuela, mejora los hábitos de estudio y el logro académico, y reduce el absentismo (Buttler, 2010). El hogar y la familia son los contextos de desarrollo más importantes para la formación de las aspiraciones y expectativas educativas (Behnke, Piercy, y Diversi, 2004) y son un factor clave para garantizar el  bienestar social y psicológico de los estudiantes (Hay & Ashman, 2012).

 

El trabajo “Parent–child connectedness for schooling and students’ performance and aspirations: An exploratory investigation”[1], que comentamos en este post, se centra en el estudio de los efectos de la relación de los padres con la escuela, así como de los padres con los hijos (relación entendida como la frecuencia de conversaciones que mantienen con éstos sobre su progreso educativo). Se detiene en la vinculación entre las aspiraciones que los padres tienen para la educación de sus hijos y el nivel de aspiraciones de éstos, así como con la elección de la carrera. El interés del trabajo  viene motivado por la demostrada influencia de los padres en el desarrollo educativo de los alumnos que se relaciona, a su vez, con el nivel de conexión social y comunicativa entre los padres y sus hijos.

 

Es importante no perder de vista que las aspiraciones de los estudiantes suelen estar influenciadas por las aspiraciones de los padres quienes, con frecuencia, dirigen y enfocan a sus hijos hacia trayectorias educativas y ocupacionales determinadas (Rimkute, Hirvonen, Tolvanen, Aunola, y Nurmi, 2012). Con el tiempo, las aspiraciones de unos y otros convergen, lo que genera expectativas y aspiraciones educativas similares (Nurmi, 2004), siempre y cuando exista una buena relación padres-hijos y padres-escuela. Además parece que el vínculo entre padres e hijos influye en el vínculo entre éstos y la escuela a través de la participación del alumno en actividades de la escuela, la percepción del ambiente de la clase de los estudiantes, la percepción de los servicios de apoyo de la escuela a los estudiantes, el sentimiento de pertenencia de los estudiantes al grupo de compañeros de clase, y la percepción de los estudiantes sobre la simpatía de los profesores (Shochet et al., 2007).

 

Parece que un modelo de comunicación más abierto entre padres e hijos tiene una influencia positiva en el desarrollo cognitivo y psicológico de los estudiantes (Lam, McHale, y Crouter, 2012). Además, cuando el hogar y la escuela están conectados, cuando se comparten valores comunes y hay apoyo mutuo, se da una mayor probabilidad de un resultado educativo, social y psicológico positivo a largo plazo para los estudiantes (Wilkinson-Lee, Zhang, Nuno, y Wilhelm, 2011).

 

El vínculo entre padres y escuela, entendido como el grado en el que ambos se sientan personalmente aceptados, respetados, incluidos, y apoyados (Goodenow, 1993) se ha revelado como un potencial predictor del rendimiento escolar y de las aspiraciones educativas (McNeely, Nonnemaker, y Blum, 2002). Cuando el estudiante no logra conectar con la escuela o establecer vínculos adecuados con el profesor, se produce un impacto negativo en el aprendizaje y en la permanencia en el sistema escolar, lo que se asociaría con mayores tasas de fracaso escolar (McNeely et al., 2002), así como con mayores niveles de dificultades psicosociales de los estudiantes (Shochet, Homel, Cockshaw, y Montgomery, 2008).

 

La investigación anterior pone de manifiesto que las familias de niveles socioeconómicos más bajos tienen menores aspiraciones educativas para sus hijos, lo que reduce la oportunidad para los estudiantes de asistir a la universidad (Napolitano, Pacholok, y Furstenberg, 2014). La posibilidad de “desconectarse” aumentaría más aún si el estudiante está sometido a una presión económica para encontrar un trabajo que ayude a la familia a salir adelante económicamente (Swanson, 2009). Por ello, un bajo nivel socioeconómico se considera un factor de riesgo en términos de educación inicial y continua de los estudiantes y de su desarrollo académico y social (Caro y Lenkeit de 2012), por la influencia indirecta que tiene sobre el logro académico de los estudiantes, el autoconcepto académico y las aspiraciones de carrera (Neuenschwander, Vida, Garrett, y Eccles, 2007).

 

Los autores encuentran también diferencias en las percepciones que los padres tienen acerca de una serie de tópicos relativos a la educación de sus hijos, diferencias en función de la relación que tienen con ellos (tabla 1):

 

Diferencias en las percepciones educativas_def

Gráfico 1. Diferencias en las percepciones educativas de los padres.
Fuente: Elaboración propia a partir de Hay, Wright, Watson, Allen, Beswick, y Cranston, (2016)

 

En general,  se observa que los padres que reportaron niveles bajos de conexión con su hijo en términos de comunicación reflejan bajas puntuaciones en la mayoría de los elementos de la encuesta (solo se muestran aquellos aspectos en los que las diferencias resultaron significativas y ordenados según la magnitud del efecto), en comparación con aquellos padres que mostraron niveles más altos de conexión (es decir, las conversaciones con los hijos sobre temas educativos ocurren regularmente). Los padres con un nivel menor de conexión con el progreso educativo de sus hijos tienen unas relaciones más pobres con los profesores y sus hijos tienen una mayor expectativa de dejar la escuela antes. Perciben, además, que los profesores de sus hijos están menos interesados en su educación y les animan en menor medida para que continúen la educación post-obligatoria.

 

También las expectativas educativas de los padres sobre sus hijos se ven afectadas por el nivel de implicación que tienen los padres en el proceso educativo de su hijo. Cuando el padre tiene una buena conexión con el progreso educativo de su hijo, es decir, cuando habla regularmente acerca de lo que le ocurre en la escuela, espera de su hijo que complete toda la Educación Secundaria. Mientras que niveles más bajos de comunicación con la escuela hacen que los padres piensen que sus hijos no terminarán la Educación Secundaria.

 

En general, los resultados de esta investigación ponen de manifiesto que los niveles más altos de conexión padre-hijo sobre la escuela están asociados con una actitud más positiva hacia la educación de sus hijos, la experiencia escolar y las metas y aspiraciones futuras.

 

Así pues, nos enfrentamos al reto de cómo las escuelas pueden ayudar a los padres a reforzar la comunicación con sus hijos, ya que las conexiones positivas entre padres e hijos parecen tener una influencia en la educación: una comunicación fluida y el trabajo con los padres deben ser considerados como una actividad relevante y valiosa dentro del contexto escolar.

 


[1] Hay, I., Wright, S., Watson, J., Allen, J., Beswick, K. & Cranston, N. (2016). “Parent–child connectedness for schooling and students’ performance and aspirations: An exploratory investigation”. International Journal of Educational Research, 77, 50-61

2 comentarios

  • José Fernando Calderero Hernández dice:

    Muy interesante trabajo.
    Sería deseable ampliar el estudio para evaluar el grado de influencia de una frecuente y buena relación escuela-padres en el aumento de los vínculos familiares, en concreto padres-hijos.
    Dicho de otra forma: ¿En qué sentido y con qué intensidad influye la relación padres-profesores en el desarrollo personal y social del educando, especialmente en las buenas relaciones padres-hijos?
    En distintos foros profesionales percibo cada vez con más frecuencia la preocupación por estudiar hasta qué punto la denominada «calidad de enseñanza» actúa eficientemente sobre una mejora del nivel educativo, entendido este en sentido amplio englobando todas las dimensiones humanas.
    Saludos cordiales,

  • sonsoles castellano dice:

    Muy interesante el artículo. En San Patricio hemos puesto en práctica una modalidad diferente de relación con las familias que hemos llamado Think parents y con ello hemos iniciado una nueva forma de comunicarnos colegio/familia. Soy consciente de que el perfil del colegio y por tanto el de las familias no es el perfil medio del país, pero si creo que de ésta experiencia se pueden extraer conclusiones aplicables a lo que es la relación escuela/familias en general. Si lo consideráis de interés en algún momento podemos explicar en qué consiste. Un cordial saludo.