18 Feb 2020
Con estas palabras, Lola Velarde, directora de desarrollo de Sociedad y Educación, concluyó su intervención en una mesa redonda titulada Experiencias en educación y medio ambiente, con motivo de la presentación de los Premios Fundación Endesa a la Ecoinnovación Educativa en el VI Congreso Internacional de Educación Medioambiental, celebrado en la Universidad Alcalá, los días 13 a 16 de febrero. Este congreso se desarrolló en paralelo al II Congreso Iberoamericano sobre Educación Ambiental para la Sustentabilidad, que tuvo lugar en Río Bamba (Ecuador).
Además de recordar que son más de 120.000 alumnos los que han participado hasta la fecha en los más de 800 proyectos presentados a los Premios, esta iniciativa, señaló, nos ha aportado a ambas fundaciones «una magnífica visión de conjunto sobre lo que mejor funciona en el ámbito de la educación ambiental y una oportunidad para desarrollar una visión integral de la ecología, en la que el cuidado y el respeto a la naturaleza se prolonga hasta la solidaridad de las personas entre sí”.
Estos Premios animan a los estudiantes a preguntarse por las causas del deterioro ambiental y a comprender mejor las a veces complejas relaciones causa-efecto, tanto a nivel local como global.
En la sección del Congreso dedicada a comunicaciones orales, Mercedes Esteban Villar, defendió la valiosa y actual aportación a la investigación medioambiental del estudio de Fundación Endesa Ecobarómetro. Cultura ecológica y educación, encargado a expertos del departamento de investigación de Sociedad y Educación, y basado en dos encuestas de opinión, a muestras de 1.000 individuos, representativas de la población internauta de 18 a 35 años y de la población general de 18 a 75 años, respectivamente.
Este informe, señala Mercedes Esteban, «es una novedosa contribución a los trabajos que evalúan los factores sociales y culturales que facilitan un desarrollo sostenible y una cultura del fomento del cuidado y de preservación de la naturaleza, a la vez que una intensa reflexión sobre la ecología desde un enfoque cultural y educativo». Pero, sobre todo, es una aportación específica sobre el papel de la educación, mediadora en el compromiso ecológico y medioambiental de las personas, especialmente de los jóvenes.
«Hay un gran potencial, todavía por cumplir, en la experiencia escolar para el desarrollo de una cultura ecológica vivida». Víctor Pérez-Díaz y Juan Carlos Rodríguez, autores del «Ecobarómetro. Cultura ecológica y educación».
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