21 Feb 2022
Sociedad y Educación, convocada como institución participante en los debates sobre la educación en Europa, organizados por representantes de EMIE (European Meeting of Independent Education), una plataforma informal impulsada por ECNAIS que defiende el pluralismo educativo y las libertades en la enseñanza, entrevista a Ignasi Grau y a Miguel Ángel Sancho acerca de las conclusiones de esta reunión de trabajo. Entre ellas, destaca la publicación de su Position Paper Pathways to School Success, suscrito por organizaciones educativas de los cinco continentes.
EFSE. ¿Qué supone la Agenda 2030 para los derechos de los padres?
IGNASI GRAU. La Agenda 2030 representa un salto cualitativo respeto a los Anteriores Objetivos de Desarrollo del Milenio. La Agenda 2030 implica al conjunto de la familia humana y tiene una visión más holística del derecho a la educación.
La Comunidad Internacional ha desarrollado dos importantes documentos para la realización del ODS4 relativo al derecho a la educación. Estos dos importantes documentos son: la Declaración de Incheon y el Marco de Acción de implementación del ODS4, también conocidos conjuntamente como Educación 2030.
El diseño de políticas educativas va mucho más allá de una relación vertical estado-niño.
En Educación 2030 son múltiples las referencias a que los procesos de formulación, diseño, implementación y rendición de cuentas de las políticas educativas sean inclusivas y participativas. Además, se subraya la importancia de que todos los actores puedan participar en estas fases en un marco de confianza. Recordar, en este sentido, que las referencias explícitas a los padres, sociedad civil y otros actores no gubernamentales son múltiples. El ODS 4 se puede contextualizar aún mejor con el trabajo realizado por la UNESCO en los últimos años en lo que se focaliza en la naturaleza de la educación como bien común en el cual todos los actores deben ser considerados, incluidos los padres.
Me parece que este marco es positivo, y que nos permite superar la dicotomía público-privado o padres-estado que tantas energías nos ha hecho, y aún nos hace malgastar, en el diseño de políticas educativas.
EFSE. ¿Cómo podrían repensarse los sistemas educativos para reforzar nuestras democracias?
IGNASI GRAU. La dimensión de bien común del derecho a la educación impulsada por los recientes documentos de la UNESCO como los Futuros de la Educación, nos dan un marco a tener en cuenta para pensar los sistemas educativos del futuro.
En un mundo cada vez más plural, e incluso polarizado, ciertos diseños de políticas educativas ya no sirven.
La dimensión de bien común nos obliga a definir la educación desde una perspectiva de una diversidad de conceptos y concepciones de bienestar. Esto implica el deber de escuchar a todos los actores en la implementación de este derecho. Pensar que el niño es un recipiente en el que hay que verter simplemente unas competencias es impropio de una democracia. Una democracia prepara al niño para ser un futuro ciudadano, buen trabajador, miembro de una comunidad y probablemente de una familia en un contexto cultural determinado.
La dimensión común del derecho a la educación significa construir un sistema que permita a los estudiantes construir su identidad, saber quiénes son.
Esto no significa una educación que anestesie al estudiante respecto a preguntas que le puedan importunar. Se trata más bien de proporcionarle unos pilares que le permitan responder a las preguntas trascendentales y convivir con el diferente.
EFSE. ¿Cómo puede el sistema educativo incorporar la participación de los padres para obtener una excelencia educativa?
MIGUEL ÁNGEL SANCHO. Existe una participación más institucional por medio de las AMPAS y su participación en el Consejo Escolar donde la opinión de los padres contribuye al desarrollo del centro educativo. Pero donde en mi opinión está la aportación más interesante de los padres es cuando comparten con el centro de manera más personalizada los objetivos educativos de los alumnos. Mejorar la tutoría y la orientación haciéndola extensiva a la familia para compartir y sumar las acciones educativas es la clave para avanzar en la excelencia educativa por la que me pregunta.
EFSE. ¿Qué políticas implementa o debería implementar el sistema educativo para promover el bienestar individual del alumno?
MIGUEL ÁNGEL SANCHO. La expresión bienestar individual, tomada del término well being utilizado por la OCDE y otros organismos internacionales como objetivo primordial de la educación, puede quedar un tanto vacía o simple si no va acompañada de una reflexión acerca de en qué consiste la felicidad del ser humano o de cómo se asientan las bases desde la educación para tener una vida plena, una vida con sentido.
Me parece que la escuela debe contribuir a desarrollar el proyecto de vida de cada persona y para ello contribuir a descubrirlo y seguirlo.
En mi opinión, es fundamental que el sistema educativo y la escuela en particular promuevan una educación en libertad donde se enseñe a asumir la responsabilidad de las propias acciones. Una escuela que te abra al otro en su dignidad y respeto. Que te enseñe a discernir lo valioso y el sentido que tiene el trabajo para conseguir los objetivos.
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