22 Feb 2017
Jorge Calero y J. Oriol Escardíbul, economistas de la educación de la Universidad de Barcelona, analizan en el trabajo La calidad del profesorado en la adquisición de competencias de los alumnos. Un análisis basado en PIRLS-2011, presentado en Madrid el 22 de febrero, las consecuencias de la calidad de los profesores para las políticas educativas: si los docentes resultan fundamentales en el proceso de adquisición de competencias de los estudiantes, también lo es conocer algunos de los factores que determinan su calidad y las características de los centros en los que trabajan los “mejores” y los “peores” profesores. Esta monografía aplica una metodología de investigación nunca explorada hasta ahora en España, aplicada a partir de los resultados para España del Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora (PIRLS) de 2011. El estudio se enmarca en una serie de publicaciones sobre educación, promovidas por las fundaciones Ramón Areces y Europea Sociedad y Educación.
En la rueda de prensa, celebrada en la Biblioteca de la Fundación Ramón Areces, el economista y catedrático de la UB, Jorge Calero, ha afirmado que “la ganancia que supone para un alumno de Primaria tener un profesor de elevada calidad (situado en el percentil 75) es de 29,77 puntos en la escala de PIRLS, con respecto a tener un profesor de reducida calidad (situado en el percentil 25)», explican. Añadió que «los resultados de los alumnos en competencias de lectura de los centros públicos y, también, los alumnos de los centros cuyas familias disponen de recursos socioeconómicos y culturales bajos o intermedios, resultan más afectados ante variaciones en la calidad del profesorado».
Según se desprende del informe, la formación continua y un ámbito de estudio específico (relacionado con la comprensión lectora), así como los años de experiencia como docente son factores asociados positivamente con la calidad.
En cuanto a los centros en los que trabajan los “mejores” y los “peores” profesores”, la investigación concluye que los buenos profesores están sobrerrepresentados en los centros privados y en aquellos centros donde las familias tienen un nivel mayor de recursos económicos y socioculturales. Para los autores del trabajo, “los profesores importan mucho y su actual distribución, al menos en el caso español, tiene un efecto regresivo sobre los resultados de los alumnos, lo que consideran un nuevo ejemplo de “Efecto Mateo” es decir, beneficia más a las familias que tienen más recursos inicialmente”.
En definitiva, los mejores profesores tienen más probabilidad de educar a los alumnos que tienen mejores recursos económicos y socio-culturales de partida, mientras que los peores profesores se encuentran, con mayor probabilidad, en los centros donde estudian los alumnos con peores recursos de partida, explican los autores de este trabajo de investigación.
Para revertir esta situación -que los autores califican de “inequidad”-, Jorge Calero y J. Oriol Escardíbul proponen la adopción de dos tipos de medidas: «Por una parte, intensificar las actuaciones que permitan mejorar la calidad del profesorado en los centros donde los usuarios provienen de familias con menos recursos; por otra parte, facilitar la presencia de los mejores profesores en esos centros».
Los autores consideran que «una política educativa de refuerzo de buenos profesores en centros con familias de menos recursos tendría una mayor eficacia potencial en el sector público, ya que también el alumnado de los centros públicos es más sensible ante cambios (en este caso, mejoras) de la calidad del profesorado».
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