Análisis: el blog de Sociedad y Educación

Un blog que reúne en sus posts la más reciente literatura científica en el campo de la educación y que expertos de Sociedad y Educación examinan, seleccionan y ponen a disposición de la comunidad educativa.

Publicado el 01 Oct 2020 / Sin comentarios

El liderazgo educativo ante la COVID-19

Autor: Miguel Ángel Sancho Gargallo.  Presidente de la Fundación Europea Sociedad y Educación.

 

Un estilo de liderazgo al servicio de la normalización educativa

La crisis generada por la pandemia que estamos padeciendo tiene una particular incidencia en los centros educativos de zonas especialmente vulnerables. Así lo observamos estos días con motivo las especiales medidas de confinamiento de que son objeto, al presentar unas condiciones de vida donde se hace más difícil aplicar las recomendaciones sanitarias para combatir el virus.

 

En este escenario los líderes escolares y, particularmente, los equipos directivos de los centros educativos han de hacer frente a multitud de requerimientos más allá de los académicos, en el día a día de la escuela: organización escolar con escasos recursos, mayor índice de contagios en el entorno de las familias, incidencia de la falta de recursos tecnológicos en los hogares para poder aplicar metodologías on-line, consecuencias de la crisis económica y laboral de las familias, riesgo de abandono de los alumnos, entre otras.

Los equipos directivos de los centros educativos se enfrentan a muchos y nuevos requerimientos por las circunstancias que impone el Covid 19.

Hacer frente a esas circunstancias supone para ellos ampliar su visión del centro y de la educación integral de sus alumnos: lo emocional influye en lo académico, la capacidad de hacer frente a la adversidad (resiliencia) afecta a lo emocional, los aspectos éticos influyen en la actitud y disposición de los alumnos, sus entorno sociales y económicos afectan a su bienestar físico, y surgen nuevas preguntas sobre el sentido a las que hay que responder. Por ello, un proyecto educativo que contempla los aspectos personales, sociales y espirituales innatos a la persona humana le da sentido y abre sus expectativas para definir y acometer sus proyectos personales de vida.

 

Estas afirmaciones, más allá de estar sustentadas por gran parte de la literatura y de informes internacionales, están siendo verificadas en el  Programa de liderazgo para una educación integral en contextos desfavorecidos que la Fundación Europea Sociedad y Educación (EFSE) está desarrollando desde el año 2019  y con el que se propone contribuir a la formación en liderazgo de los equipos directivos, particularmente en centros públicos de entornos desfavorecidos.

 

En la base de dicho programa se halla la necesidad de promover un cambio socio-educativo que, acorde con la importancia del liderazgo pedagógico o escolar frente a la mera gestión burocrática de los centros, otorgue a la función directiva una autonomía, una consideración y una formación específica, en línea con la responsabilidad que asume como impulsora de la mejora educativa.

 

Evidencias para invertir en la formación directiva

 

Algunos datos y contenidos de la formación directiva evidencian dicha necesidad:

 

  1. El informe TALIS 2018 recoge el porcentaje de directores que dicen haber recibido, en su educación formal, formación en administración y dirección de centros, y en liderazgo pedagógico: el 90% de los directores de Primaria y el 85% de los directores de Secundaria declararon haber sido formados en su educación formal sobre administración y dirección de centros de enseñanza. Ese porcentaje se reduce al 69% y al 74%, respectivamente, en lo que se refiere a la formación en liderazgo pedagógico.
  2. El informe también refleja una cierta mejoría. Con respecto al liderazgo pedagógico es mucho mayor, pasando del 59,3% en la oleada del año 2013 al 73,8% del 2018.
  3. También se preguntó a los directores por las actividades de formación en las que participado en el último año. En España, tan solo el 47% de los directores de Educación Secundaria manifestaron haber participado en un curso o seminario sobre liderazgo, muy por debajo del promedio UE-23 (67%), del promedio OCDE (73%) y de países como Dinamarca (87%) o República Checa (88%).

España aún se encuentra por debajo del promedio OCDE en los dos primeros indicadores.

Por su parte, EFSE realizó un estudio, en el año 2018, sobre la formación en liderazgo escolar. En él se estimó, entre otros datos, el número de profesores formados por las administraciones educativas públicas durante el curso escolar 2018-2019, considerando tanto la formación obligatoria para acceder a un puesto de director de escuela, como los cursos de actualización que se ofrecen a los directores de escuelas en ejercicio.

 

Sobre la base de las convocatorias abiertas para el año académico 2018/2019, 3.994 profesores podían participar en los cursos para acceder al puesto de director de escuela y 1.472 directores en servicio asistían a los cursos de actualización, lo que supone una estimación de 5.466 profesores formados. En España, en el curso 2018-2019 había 28.495 centros de enseñanzas de Régimen General no universitarias, de los cuales 19.093 eran públicos. Si ponemos estos datos en relación con la oferta formativa para la acreditación y actualización de la formación de directores, los 5.466 profesores formados corresponden masterra a algo más de la cuarta parte del número de los centros públicos. Aunque no son cantidades comparables por ser de naturaleza distinta, pueden dar una idea del alcance de la formación para la función directiva en el ámbito público.

 

En la tabla A se muestra la distribución de plazas de formación ofertadas por el INTEF, la UNED y las CCAA.

Además de la formación impartida por las administraciones educativas, cabe mencionar especialmente los 16 títulos de máster para la función directiva que ofrecen las universidades. Estos cursos se dirigen a un abanico muy amplio de personas y no se centran directamente en la formación de los directores de los centros educativos.

 

Los resultados del estudio que realizó EFSE pusieron también de manifiesto la oportunidad de desarrollar e impulsar la formación en liderazgo pedagógico, dado que la mayoría de las comunidades autónomas, así como el Ministerio de Educación y Formación Profesional, a través del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF), estaba impartiendo cursos de formación de acreditación, así como de actualización.

 

En ambos tipos de cursos, uno de los cinco módulos obligatorios estipulados en el Real Decreto 894/2014 se refiere específicamente al liderazgo, como uno de los elementos clave para el ejercicio de la función directiva.

El RD 894/2014 destaca la formación en liderazgo escolar como elemento de transformación y mejora de la educación.

El programa de formación del INTEF tiene una sólida construcción teórica sobre el liderazgo escolar, aunque es necesario profundizar en algunos aspectos a los que sólo se refiere de forma superficial. Así mismo, sería recomendable que incorporara una dimensión práctica, lo que permitiría trasladar los aprendizajes a la experiencia de gestión de un centro educativo. De hecho, incluyó un nuevo curso sobre «Liderazgo pedagógico para el éxito educativo de todos los estudiantes», que programó en la convocatoria de 2019 dirigida a los equipos de gestión e inspección.

 

El informe de EFSE puso también de manifiesto la escasa formación en liderazgo frente a los contenidos tradicionales en normativa, organización, gestión y administración; además, resaltó la necesidad de plantear un liderazgo enfocado a una visión integral de la educación que armonice todas las dimensiones de la persona y se desarrolle bajo una perspectiva más sistémica.

 

Todo ello, como hemos comentado, ha servido de base para el programa Liderazgo para una educación integral en contextos desfavorecidos, programa piloto que está desarrollando y evaluando  la Fundación Europea Sociedad y Educación (2019-2021). Este programa entra este curso académico en su tercera fase, con el objetivo de acompañar a los equipos directivos en el desarrollo de sus competencias y estilo de dirección, adaptándolos a las dimensiones del liderazgo propuesto en el plan de formación que han recibido sus participantes.

Como decíamos al principio de este post, las circunstancias de la pandemia van a resaltar la importancia de esta visión del liderazgo educativo que centra su acción en todas las facetas de la persona y refuerza la participación de una comunidad educativa que adquiere particular importancia por sus características de vulnerabilidad.