Análisis: el blog de Sociedad y Educación

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Publicado el 25 Jun 2021 / Sin comentarios

Peso…luego existo

Un análisis de la relación entre el sobrepeso en la adolescencia, el rendimiento académico y la satisfacción con la vida de los estudiantes

Autor: Oscar D. Marcenaro-Gutiérrez. Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga.


A estas alturas del año 2021 nadie parece sorprenderse de los múltiples efectos colaterales que la pandemia derivada del virus COVID-19 ha traído consigo. Uno de los colectivos más sensibles al famoso coronavirus ha sido el de la población con sobrepeso, no solo de forma directa por su mayor vulnerabilidad frente al virus, sino también por el aumento de los trastornos alimentarios durante el confinamiento.

La población con sobrepeso ha sido uno de los colectivos más sensibles a la pandemia.

En concreto, según una encuesta reciente (noviembre de 2020) de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, realizada a sanitarios que tratan esta patología, el confinamiento ha aumentado los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en las personas obesas; un 38% de los profesionales ha detectado TCA en los pacientes y un 39% el empeoramiento o aparición de enfermedades metabólicas, como la diabetes. Lo que es más, estos trastornos atañen principalmente a menores de entre 11 y 16 años.

Una problemática con trayectoria

Si bien la pandemia COVID19 ha agravado la situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva tiempo advirtiendo que el sobrepeso y la obesidad deben ser clasificadas per se como epidemias globales (OMS, 2017). En particular, la cifra mundial de infantes y adolescentes con sobrepeso de 5 a 19 años ha aumentado del 4% en 1975 (OMS, 2020) al 18% en 2016. Esto pone de relieve la importancia que ha adquirido la cuestión del sobrepeso. En la medida en que esos trastornos relacionados con el sobrepeso pueden tener consecuencias no solo en términos de salud, en López-Agudo y Marcenaro-Gutierrez (2021) se abordó un análisis[1], recientemente publicado en la revista científica Food Policy, en el que se explora la relación entre el sobrepeso y dimensiones tales como: el rendimiento académico de los adolescentes y otros resultados no académicos, la satisfacción con la vida y el estado de salud, la imagen corporal, las amistades, el sentido de pertenencia a la escuela, el acoso y las actitudes hacia el acoso.

La cifra mundial de niños y jóvenes con sobrepeso (5 a 19 años) ha aumentado del 4% en 1975 al 18% en 2016.

Desde la perspectiva metodológica se utilizó una técnica cuasi-experimental (regresión discontinua) que permitió cuantificar el efecto causal de ese desajuste sobre el rendimiento del alumnado, empleando los datos de estudiantes de entre 15 y 16 años residentes en nueve países (Bulgaria, España, Georgia, Hong Kong, Irlanda, México, Panamá, Serbia y Emiratos Unidos de Arabia), cuya información se recoge en PISA 2018. Este estudio permite superar los resultados de aportaciones previas, que cuantificaban meras correlaciones.

Principales resultados

Los principales resultados de este trabajo muestran que los estudiantes con sobrepeso no parecen tener un desempeño diferente en términos de rendimiento competencial, en comparación con los estudiantes con peso normal, aunque suelen estar menos satisfechos con la vida y su estado de salud, tener una imagen corporal más pobre y una mayor probabilidad de sufrir aislamiento social y ser acosados. En cuanto al sentido de pertenencia a la escuela, los resultados son bastante dispares y dependen del país.

Los estudiantes con sobrepeso parecen ser menos empáticos (que los estudiantes de peso normal) con los estudiantes que sufren acoso escolar, a pesar de presentar una mayor probabilidad de ser acosados.

Entre los resultados más interesantes encontramos el caso de Hong Kong, en el que los estudiantes con sobrepeso parecen ser más aceptados entre sus compañeros, tienen más probabilidades de sentir que pertenecen a la escuela y de sentirse menos intimidados. Esto podría estar relacionado con la cultura china, que históricamente considera el sobrepeso y la obesidad como un signo de mayor estatus económico.

Curiosamente, y contrariamente a lo que se indica en la literatura previa, encontramos que los resultados de las niñas no parecen estar más influenciados por el sobrepeso que los de los niños en el caso del rendimiento académico, el estado de salud, la imagen corporal, el sentido de pertenencia a la escuela y la posibilidad de evitar el acoso escolar. De hecho, los niños parecen estar más influenciados por el sobrepeso en términos de aspectos psicosociales; es decir, las niñas con sobrepeso pasan menos tiempo solas en los descansos y tienen menos probabilidades de ser intimidadas.

Las niñas con sobrepeso tienden a manifestar un número reducido de amistades y menor satisfacción con la vida en general.

Por lo tanto, los resultados parecen indicar que el sobrepeso puede tener una influencia negativa en algunos resultados escolares y también en el estado de salud percibido de los estudiantes, la satisfacción general con la vida y la imagen corporal. Esto pone de relieve la necesidad de prestar especial atención a los problemas de sobrepeso, no solo por sus consecuencias negativas para la salud y la educación, sino también por las implicaciones económicas relevantes, ya que todas estas cuestiones asociadas al sobrepeso pueden llevar a un aumento de los gastos de salud física y psicológica. Así, la prevención del sobrepeso de los estudiantes parece la solución más lógica para evitar todos estos problemas.

Prevenir el sobrepeso

Podría lograrse potenciando los contenidos formativos relacionados con la nutrición en materias como educación física, fomentando el deporte, eventos deportivos y actividades de ocio activo entre los estudiantes, así como campañas publicitarias. Esta información también es relevante para los padres, en la medida en que los menores dependen de las decisiones y actividades nutricionales que los padres tomen por ellos.

Existe evidencia contrastada que la educación nutricional es esencial y eficaz para reducir el sobrepeso.

Esta información ha sido útil incluso para concienciar y desencadenar políticas orientadas a promover comidas escolares saludables en países como Reino Unido, así como en el ámbito de las diferentes CCAA del territorio español.

Evitar el aislamiento social y el acoso

Los estudiantes con sobrepeso tienen más probabilidades de sufrir aislamiento social y acoso, cuestiones que requieren una atención especial. Los acosadores a menudo ven su comportamiento como benigno y amistoso, mientras que las personas que son objeto del mismo lo experimentan como hostil y doloroso, siendo el acoso una expresión de dominio social. Por ejemplo, algunos autores han señalado que uno de los mecanismos más comunes que llevan a los estudiantes con sobrepeso a ser acosados ​​es su apariencia, en la medida en que es más fácil ponerles apodos porque se desvían de los ideales de apariencia; muchos estudios indican que la autoestima global, la autoestima por la apariencia física y la satisfacción corporal median entre el sobrepeso y la exposición a la intimidación. Por lo tanto, aunque la prevención del acoso escolar en las escuelas no ha sido el foco del trabajo de investigación que sirve de base a esta reflexión, es importante subrayar que se puede reducir desarrollando las competencias emocionales y sociales de los estudiantes.

De cara al futuro

La clave de estas políticas sería desarrollar la empatía de los estudiantes, de modo que los acosadores comprendan los sentimientos de su objetivo de acoso y los compañeros se identifiquen con los estudiantes acosados ​​y ayuden a detener estas conductas. Además, las relaciones familiares positivas pueden ayudar a los estudiantes a mejorar sus características físicas reales y percibidas, y es probable que reduzcan la probabilidad de ser acosados.