Análisis: el blog de Sociedad y Educación

Un blog que reúne en sus posts la más reciente literatura científica en el campo de la educación y que expertos de Sociedad y Educación examinan, seleccionan y ponen a disposición de la comunidad educativa.

Publicado el 15 Nov 2015 / 1 comentario

“Cuéntame un cuento”: el impacto de la lectura de los padres sobre las habilidades de sus hijos

Fecha y fuente: Economics of Education Review, 2014

Gabriela Sicilia. (UCM). Fundación Europea Sociedad y Educación.

La acumulación de habilidades cognitivas a lo largo de la vida  de los individuos tiene un fuerte impacto en su bienestar futuro. Individuos con mayor acumulación de habilidades disponen en media de mejor acceso y adaptación en el mercado laboral y mayor remuneración, todo ello como consecuencia de la mayor productividad que les reporta su mayor nivel de habilidades. Por este motivo, no resulta sorprendente el creciente interés por conocer qué prácticas parentales e intervenciones educativas son más efectivas para promover su desarrollo. En este sentido, en las últimas décadas numerosos estudios han demostrado que las inversiones en edades tempranas son las más productivas. En esta línea, en un reciente estudio “Reading to Young children: A head-start in life?[1] los profesores Kalb y Van Ours investigan la importancia de la lectura de los padres a edades tempranas en el desarrollo de la competencia lectora y otras habilidades de sus hijos. El estudio fue realizado para niños australianos utilizando la respuesta de los padres acerca de la frecuencia de lectura semanal que dedican en el hogar a los niños de 4-5 años, y la respuesta de padres y maestros acerca de diversas medidas para desarrollar habilidades cognitivas en diferentes edades de los niños[2]. Como se observa en la figura debajo, existe una asociación positiva entre la cantidad de días a la semana que los padres leen “libros infantiles” a sus hijos y el nivel de habilidades que éstos adquieren.

 

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Figura 1. Distribución del nivel de competencia lectora adquirido por los niños entre los 8 y 9 años según frecuencia de lectura en el hogar a los 4-5 años.
Categorías de frecuencia de lectura: menos de 3 días, entre 3 y 5 días, entre 6 y 7 días a la semana.
Fuente: Kalb y Van Ours (2014).

 

Sin embargo, la mera existencia de asociación entre estas variables no da cuenta del efecto causal que la lectura tiene en la práctica, ya que dicha asociación puede responder simplemente a la presencia de factores no observables asociados a las familias y/o niños que estén afectando a ambas variables (por ejemplo, los padres más motivados y que dedican más tiempo a la lectura con sus hijos también suelen realizar mayores inversiones en la educación de sus hijos). Para controlar por la presencia de estos factores, los autores utilizan los métodos de Variables Instrumentales y Propensity Score Matching, encontrando que, efectivamente, la lectura de los padres a niños de 4-5 años afecta de forma positiva y significativa a la competencia lectora y habilidades cognitivas (incluyendo matemáticas) de estos niños hasta la edad de 10-11 años. En particular, para los niños el efecto crece con la edad mientras que para las niñas se mantiene similar para todas las edades. Para dimensionar la magnitud de este efecto, los autores comparan sus resultados con los de tener más o menos años de edad. Así, leerles entre 3 y 5 días a la semana a los niños tiene un efecto similar a tener medio año más edad, mientras que leer entre 6 y 7 días tiene un efecto similar a tener un año más edad. Para el caso de las niñas este efecto es ligeramente superior.

 

En suma, las habilidades cognitivas se adquieren a lo largo de la vida y, por tanto, pueden estar influidas tanto por las inversiones educativas como por diversas prácticas parentales. En este sentido, el presente estudio evidencia que la lectura por parte de los padres es una práctica efectiva. Esta evidencia resulta especialmente atractiva en un contexto de restricción presupuestaria como el actual, ya que, en principio, no requiere la inversión de recursos adicionales sino aprovechar inversiones ya realizadas. Actualmente, la mayor parte de los hogares españoles tienen acceso a libros infantiles, ya sea por adquisición propia o a través de los colegios o bibliotecas públicas. Es decir, los esfuerzos en materia de política educativa deberían focalizarse en incentivar y promover un cambio cultural, y en impulsar la mejora de los hábitos cotidianos de las familias, más allá de proporcionar simplemente el acceso a materiales de lectura.

 

LINKS

http://www.sociedadyeducacion.org/blog/el-papel-de-las-familias-en-el-desarrollo-de-la-competencia-lectora-de-los-ninos/
http://www.colorincolorado.org/familias/

 


[1] Kalb y van Ours (2014) Reading to Young children: A head-start in life?”, Education of Economics Review, disponible en http://www.econstor.eu/bitstream/10419/80578/1/749693304.pdf

[2] Para más detalle ver Kalb y Van Ours (2014, pp.5-6).

Comentario

  • Daniel Santín dice:

    Felicidades por el artículo Gabriela, el resultado es realmente interesante. De alguna forma reafirma las conclusiones que obtuvieron Stephen Machin y Sandra McNally en un artículo anterior titulado «The Literacy Hour» http://cee.lse.ac.uk/ceedps/ceedp43.pdf

    Por otro lado, estoy totalmente de acuerdo en que hace falta más investigación educativa para obtener evidencia causal sobre las medidas que realmente funcionan. Y si además, como en este caso, lo que funciona no es excesivamente caro y lo podemos aplicar desde edades tempranas mejor que mejor.

    Gracias por tus artículos, espero seguir leyéndolos!