Publicado el 13 Mar 2025 / Sin comentarios
Autor: Mario Castiel Marrero. Universidad de Nueva York y Fundación Europea Sociedad y Educación.
El informe “Trends Shaping Education 2025” de la OCDE resalta la importancia de la educación como una herramienta clave para enfrentar los retos sociales, económicos y políticos que estamos viviendo hoy en día. Entre estos, se encuentran la proliferación del populismo, la desinformación y la disminución de la participación política entre los jóvenes. La educación, según el informe, juega un papel crucial en fomentar el pensamiento crítico y en desarrollar habilidades que permitan distinguir entre información veraz y falsa, promoviendo una ciudadanía informada y activa.
Algunos retos de nuestras sociedades democráticas
«En ningún punto de la historia hemos tenido tanto acceso libre al conocimiento.»
Cualquier duda que nos surge, se puede buscar y encontrar una respuesta instantáneamente. Sin embargo, en ningún momento de la historia hemos tenido tanta incertidumbre sobre la información que recibimos, hasta cuando las fuentes son entidades o individuos de alto rango en sus especialidades. Con la divulgación de las redes sociales, hemos notado una disminución en el periodismo tradicional, que trabaja con un Código Deontológico que promueve un compromiso de respeto a la verdad.
La educación ante la desinformación
En esta gráfica del informe que da pie a este comentario, podemos ver cómo se deteriora la confianza en la prensa y la libertad de los periodistas en los países encuestados por la OCDE. Las redes sociales han fomentado un ambiente dónde cualquiera puede divulgar una noticia, sin tener que tomar en cuenta el compromiso que tienen los periodistas de respeto a la verdad. Por ende, “misinformation” y “disinformation” han surgido por el “opinion journalism” de individuos que comparten estas noticias falsas, engañosas o sin información contextual. “Misinformation” se caracteriza por la divulgación de estas noticias falsas sin intenciones maliciosas, mientras que “disinformation” es un intento intencional de engañar con la noticia compartida. Lo más preocupante es la táctica de utilizar “disinformation” como una herramienta política. En el 17% de los casos, una figura política estuvo directamente involucrada con la divulgación de “disinformation”. El uso de “disinformation” para motivos políticos puede explicar el aumento en votos para partidos populistas en países europeos (del 12% en el 1993 al 30% en el 2022), tantos de la extrema derecha y de la extrema izquierda, como se aprecia en la siguiente gráfica.
La participación democrática en los jóvenes
El populismo, aunque no tiene una definición concreta, se puede caracterizar por un estilo político que reclama una dicotomía entre el pueblo y una clase élite que ha adquirido un exceso de poder al detrimento de la clase popular.
«La política populista tiende a adaptarse a las preocupaciones de un amplio espectro electoral, pero las soluciones que promueven suelen simplificar problemas socioeconómicos sumamente complicados»
En el contexto de migración, partidos populistas tienden a promover una política extrema hacia la inmigración, sin tomar en cuenta las repercusiones socioeconómicas que le puede traer al país. Aun así, estos partidos han creado apoyo entre los jóvenes porque están abordando temas que les afecta directamente, como la crisis de alojamiento, la falta de trabajo y la desigualdad económica.
Encuestas han confirmado que los jóvenes tienen menos confianza en la democracia que antes y, por ende, tienden a no votar porque no se sienten representados por el sistema político. En el 2020, una encuesta cubriendo 37 países europeos reportó que menos de la mitad de votantes entre las edades de 15 a 29 votaron en elecciones nacionales, contrastando un 72% de personas mayores de 50 años. En el gráfico se puede observar la progresiva disminución de participación electoral a un nivel global.
Esta disminución en la participación política de los jóvenes viene acompañada con un aumento de la acción de protesta, ya que se percibe como una manera más legítima de lograr cambios en el sistema político.
«La falta de participación electoral no indica solo apatía, sino una búsqueda de formas alternativas de expresión política»
El número de protestas ha aumentado de 73 en el 2006 a 251 en el 2020, con una variedad de temas como la justicia económica, el cambio climático y los derechos de comunidades marginalizadas como migrantes, mujeres, y poblaciones indígenas. Los jóvenes, preocupados por cuestiones como la justicia económica, el cambio climático y los derechos civiles, han encontrado en las protestas y el activismo digital una vía más efectiva para influir en la agenda pública. La tecnología se ha convertido en una herramienta esencial para organizar y difundir movimientos a nivel global. Este cambio de enfoque refleja una insatisfacción con los procesos políticos tradicionales, pero también una voluntad de compromiso y transformación.
La respuesta desde la educación
En la Fundación Sociedad y Educación, entendemos que la respuesta a estos retos no está solamente en la educación que se imparte en las aulas, sino también con la educación no formal que se realiza fuera del ámbito escolar. Nuestra participación en ECEC Network quiere promover la educación cívica a través de la educación no formal para fomentar el pensamiento crítico, la empatía, un sentido de responsabilidad civil y competencias interculturales. La educación cívica fortalece la democracia, creando ciudadanos informados, fomentando un sentido de pertenencia a una comunidad y promoviendo el compromiso cívico.
En esa misma línea, el informe de la OCDE destaca que la educación toma un rol esencial en desarrollar las habilidades necesarias para distinguir entre lo verdadero y lo falso. Ante el volumen de información con que nos enfrentamos hoy en día, es importante que la educación provea un espacio abierto donde los jóvenes puedan dialogar sobre temas políticos que les preocupan, promoviendo así la participación cívica y la creación de ciudadanos informados. En este sentido, la educación cívica no solo forma profesionales, sino también ciudadanos críticos y comprometidos con la defensa de la democracia y el bienestar colectivo. Este enfoque proactivo es clave para asegurar una participación cívica informada y equitativa en los jóvenes que marcan el futuro de nuestra sociedad.
Etiquetas: aprendizaje / educación
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