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05 May 2023

¿Qué decir del desarrollo de la Inteligencia Espiritual (IE) en las escuelas?

Gabriel Soria, periodista, conversa con Mercedes Esteban, vicepresidenta de Sociedad y Educación, y responsable del laboratorio de recursos elotrominorma, ideado y desarrollado recientemente por la Fundación. Nos explica el origen de este proyecto, sus líneas maestras y sus objetivos más inmediatos.

¿Cuál es el origen de esta iniciativa?

La verdad es que, echando la vista atrás, me cuesta imaginar que, por propia iniciativa, la dirección de investigación de Sociedad y Educación, de la que he sido responsable durante muchos años, se planteara abordar las características actuales del hecho religioso en España y, además, hacerlo desde lo que la educación aporta tanto en su dimensión personal y colectiva.

La propuesta de reflexionar sobre el tema nos llegó de Porticus, una organización filantrópica con presencia global y vocación humanista y solidaria. Supongo que nuestra tradición de estudios educativos de fuerte fundamento sociológico fue lo que les llevó a plantearnos desarrollar este proyecto.

Con el nombre de Sociedad civil, religiosidad y educación, y no sin algunas sombras sobre sus posibles resultados, aceptamos la propuesta: en parte como un desafío y en parte con el objetivo  de abrir una conversación pública y cívica sobre algunos componentes ineludibles de nuestra cultura y tradición occidental.

¿Podría calificarlo como un proyecto colectivo?

En cierto sentido, así ha sido. La aportación del equipo de expertos que se unió al core de la investigación fue, sin duda, un acicate para el arranque; profundizar en las relaciones recíprocas entre la religión y la sociedad fue un motor de búsqueda potente, guiado por intelectuales de la talla de Víctor Pérez Díaz y Juan Carlos Rodríguez; y, finalmente, la visión jurídica como marco institucional y la influencia de los profesores religión o de la educación en general en el cuerpo de creencias individuales, en las decisiones que tomamos y en la formación de nuestra mayor o menos cultura religiosa, aseguraban la originalidad de los trabajos.

En definitiva, creamos una comunidad de aprendizaje en la que Sociedad y Educación no ha dejado de hacer visible su impulso de animar la conversación constructiva, la reflexión oral y escrita, y el deseo de proponer que la educación también sea un espacio donde provocar las preguntas sobre el sentido.

 

Hasta llegar al día de hoy, ¿qué hitos han marcado el desarrollo del proyecto?

Como he señalado antes, el primero de ellos es haber conseguido diseñar, crear y desarrollar una sólida comunidad de aprendizaje, abierta e interdisciplinar, guiada por un núcleo de expertos y apoyada en grupos de trabajo en los que han participado siempre los actores y protagonistas de la discusión: académicos, intelectuales, representantes de las confesiones religiosas, organizaciones de la sociedad civil y, siempre, profesores.

En segundo lugar, hemos concretado algunas de las discusiones partiendo de diferentes preguntas de investigación que se han materializado en cinco informes y un curso de verano en El Escorial. Las aportaciones del curso se han recopilado en un número de la colección. Todos ellos están disponibles en nuestra página web.

 

Si no me equivoco, ha hablado de desarrollar la “inteligencia espiritual” y también de didáctica de la religión. ¿Podría explicarnos un poco más ambos objetivos?

Todos tenemos presentes las corrientes pedagógicas basadas en el efecto en el aprendizaje de las dimensiones afectiva y emocional de los estudiantes y de la importancia de las habilidades no cognitivas. La inteligencia llamada espiritual, analizada mayoritariamente en el ámbito anglosajón, da cuenta de una serie de operaciones, en íntima conexión con otro tipo de inteligencias. Tiene que ver con el sentido y propósito de la vida, de los valores (culturales y éticos, sobre todo) que determinan las decisiones que tomamos y no está necesariamente limitada por ningún tipo de creencias o prácticas particulares. Fruto del cultivo de esta inteligencia serían las religiones trascendentes o las llamadas laicas que, como sabemos, aportan diferentes argumentos.

Las religiones monoteístas son históricas y se han constituido intelectual, teológica y litúrgicamente. Las soluciones que aportan las “religiones de la meditación” son una manifestación de la búsqueda del sentido y de una experiencia que trasciende, complementaria a la inteligencia racional, a la emocional o a la mera introspección.

En mi opinión, pensar en un perfil de salida para el estudiante que no haya tomado en consideración todas las dimensiones de la personalidad y las diferentes correlaciones entre ellas se aleja de una visión integral y humanista de la educación, lo que sería, sin duda, un paso atrás.

 

¿Y con respecto al modo de enseñar la religión?

La LOMLOE ha supuesto un cambio de paradigma que se viene fraguando desde hace muchos años en los sistemas educativos. La actual estructura curricular de las materias, el enfoque competencial, general y específico, las situaciones de aprendizaje, las relaciones entre áreas de conocimientos son un desafío para los docentes.

Con el apoyo de un experto en el currículo de la religión, Carlos Esteban Garcés, de un especialista en aprendizaje por competencias, Javier Valle, y de una editora especializada en libros de religión, Ana Rueda, hemos construido un laboratorio de recursos para apoyar a los profesores de la enseñanza confesional con el fin de que puedan adecuar y alinear la didáctica de su materia a la del resto de asignaturas.

 

Finalmente, ¿por qué habríamos de consultar o recomendar esta herramienta?

Modestamente, pensamos que es un recurso abierto, al servicio de la reflexión de una comunidad docente que recorre un circuito  y del desarrollo del alumno en aspectos tan sustantivos como la autoconciencia y el sentido de la propia existencia; porque el centro educativo es un laboratorio de experiencias personales y colectivas, de historias de vida que se pueden compartir y de las que todos podemos aprender. Y, si me permite, porque navegar en la home y ampliar la comunidad de “otristas” es un buen comienzo.

 

 

Por lo que respecta a los recursos pedagógicos para impartir el currículo ofrecemos una guía de trabajo, ejemplos y recomendaciones para adaptarnos a la manera de enseñar y aprender propia de los sistemas educativos avanzados.

Si esta plataforma cumple el objetivo de ayudar a entender la realidad con más penetración e intensidad y con más niveles de conciencia, habremos contribuido al propósito de crear escuelas que formen al alumnado en todas las facetas de su personalidad.

 

Autor de la entrevista. Gabriel Soria. 26/04/2023


web elotrominorma   / Nota de prensa

Títulos de la colección Sociedad civil, religiosidad y educación

El tratamiento de la religión en la legislación educativa actual: revisión crítica y perspectivas para el futuro
Perspectivas ciudadanas y del profesorado hacia la religión, su presencia pública y su lugar en la enseñanza
El hecho religioso en la España actual. Apuntes de un curso de verano en 2021
Enseñanza y profesorado de religión en Europa: radiografía de un sistema en evolución
La enseñanza de la Religión en la escuela y los derechos culturales

Información

Curso de verano en El Escorial I
Curso de verano en El Escorial II

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